miércoles, 29 de agosto de 2012

Destino Nº2: "Tire Dié"


-->Destino: Rosario, Santa fé (Argentina)
Época: 1956-1960
Mediometraje: “Tire dié” de Fernando Birri
Tiempo estipulado de viaje: 16 horas (aproximadamente)
Medio de transporte: colectivo-tren


Me senté nuevamente en la esquina de la historia del cine a esperar por mi próxima aventura. Mi cabeza pedía que no se tratara de aviones, ya que mi fobia incontrolable hacia ellos no me permitiría concentrarme en mi destino. Y como si alguien me escuchara, el colectivo pasó por mí y no me abandonó frente a un aeropuerto o algo parecido, sino que comenzó su viaje, sin paradas y sin transportes aéreos.

El tiempo estipulado de viaje, según decía la nota en uno de los asientos, era de 16 horas, un poco más, un poco menos, y su destino culminaría en Rosario, Santa Fé. Muy emocionada por conocer una provincia desconocida para mí, comencé a imaginar y fantasear sobre la época a la que viajaría y con quién me encontraría. Pero nadie dijo nada.

Luego de un largo recorrido por rutas argentinas, el colectivo frenó muy bruscamente (algo a lo que los pasajeros de colectivos valletanos estamos muy acostumbrados). Bajé y el lugar estaba desolado, pero aún así escuchaba a una muchedumbre. Me guié por el sonido de las voces, las cuales me condujeron a un tren. Me subí, y repentinamente allí estaban todos. Mujeres, hombres, niños y niñas con sus mejores ropas de la época, alborotados, felices. Me senté junto a ellos y el tren se movió, un nuevo viaje empezaba.

En la espera de a dónde llegaría, de pronto todas las personas empezaron a abalanzarse contra las ventanas del tren, y me pregunté, ¿qué gran atractivo habrá? Y me encontré con algo impresionante, pero que nada de atractivo tuvo y cuya imagen me dio la pista perfecta para saber qué película (o mediometraje) y qué director conoceríamos ese día.


Niños humildes en paños rotos y sucios corrían al a par del tren, casi pegado a el, de manera muy peligrosa. Todos gritaban algo que al principio no lograba entender, por lo que decidí preguntarle a una mujer, ella me contestó: “tire dié, nos están pidiendo plata”. Y allí estaban ellos, los “ricos”, entretenidos con aquel “espectáculo”, dando limosnas a niños que nada tenían. El contraste era obvio.

Tire dié” es un mediometraje dirigido por el director argentino Fernando Birri, considerado uno de los padres del Nuevo Cine Latinoamericano, quien contó con la participación del Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral entre los años 1956 y 1960, con el propósito de mostrar la cruda realidad que la provincia de Santa Fé, específicamente, estaba viviendo.



La trama no cuenta con actores, sino con historias de vida reales, con entrevistas reales y sentimientos reales. Birri y sus compañeros divisan un mundo de abundancia y exuberancia contra un mundo de pobreza extrema. Dentro del proyecto, personas que viven en aquellas villas humildes en la zona oeste, al borde del Río Salado, cuentan cómo es vivir sin plata, y como unos pequeños toldos son mansiones para ellos. Cuentan sobre la costumbre de los niños de pedir limosnas cuando pasa el tren que transporta pasajeros del centro Rosarino y cómo lo esperan ansiosos, para poder llevar a casa un pedazo de esperanza



Birri y su equipo realizó un intenso trabajo para poder realizar este mediometraje que dura aproximadamente 32 minutos. Su metodología me recordó a la de Cristian Alarcón, en “Cuando me muera quiero que me toquen cumbia”. Paso casi cada día de su vida durante dos años en aquella villa, haciéndose parte de ella, al igual que sus compañeros. Fueron uno más, aunque no fue una tarea fácil, lograron introducirse y crear un documental muy vivido. 



Como muchos sitios cibernéticos y fuentes dicen, “Tire dié” fue la primera “encuesta social” mostrada como un proyecto cinematográfico filmado. Con ello, el director intentó informar y demostrar al mundo la realidad latente que la provincia santafesina y toda la argentina vivía, y sigue viviendo. "El vine para Birri debe denunciar la verdad negada, mostrando lo que nadie quiere ver y lo que nadie se atreve a mostrar”. 



Cada pasada del Tire dié, nos sacamos un peso, los que corremos, los otros no,...son una manga de secos! También está el tire cincuenta, el que viene de Buenos Aires. A veces, cuando viene un tren de carga, nos subimos al techo y cuando podemos le sacamos carbón, después se lo vendemos el herrero...Los otros días sacamos avena.

 
El tren siguió su camino, y en un abrir y cerrar de ojos, me volví a encontrar sola, sólo que esta vez Fernando Birri se encontraba a mi lado. El ambiente era de ensueño, como siempre, y antes de que ese sueño de desvaneciera, Fernando pudo decirme que “Tire dié fue, más que nada, una búsqueda de identidad nacional realista y crítica. Ahí ya está planteado que, por ejemplo, con respecto al realismo socialista no tenemos nada que ver. Lo nuestro era realismo crítico, es decir, su antítesis: no apologético sino antiapologético, indagador, cuestionador, problematizados. En ese sentido, toda la atención estaba colocada en el momento de la producción, es decir, en el momento en que vos estabas tratando de ser un punto de resistencia en el ambiente para colocar una imaginería que respondiera a esta búsqueda de identidad, de cuestionamiento y de autocuestionamiento. Y en esa línea seguimos trabajando.