Para recorrer la historia del cine es necesario movernos en el tiempo: pasado, futuro y presente. Para ello, comenzamos un viaje para conocer más sobre el cine.
Me encontraba caminando por calles neuquinas, era una noche invernal y mi boca despedía ese "humo" que indica que el frío es cruel. Entre Mitre y Tierra del Fuego me senté a esperar el colectivo que me llevaría a mi casa.
Allí venía , a toda velocidad, no sabía de que compañía era, pero no había nada ni nadie más. Le hice una seña con mi brazo y dedos y efectivamente, el colectivo paró. Estaba vacío y el ambiente se convirtió como de ensueños. No pregunté nada y sólo pedí por mi boleto: "local".
En un instante, el colectivo arrancó su motor, furioso, e instantáneamente llegó a "destino". Bajé y no pregunté nada, la historia me guiaba.
Me encontré repentinamente con un gran avión, tampoco podía verse su compañía. El ambiente continuaba como si estuviera dentro de un sueño. Subí y allí me esperaba una nota que rezaba: "Aquí comienza tu viaje por la historia del cine".
Y allí, efectivamente, comenzó todo. No siempre fueron aviones y no siempre fueron trenes, pero sí siempre pude transportarme al pasado y también pude quedarme en el presente, para analizar películas, entrevistar directores y guionistas antiquismos cara a cara, y para transmitir noticias del ámbito cineasta.
Una suerte de "Medianoche en París", de Woody Allen (¡¿la viste?!) pero plasmado en un Blog, y transmitiéndote a vos también lo que el pasado tiene para contarte.
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